Jonatan Cheley: “volar te conecta con el universo”

Esta semana conversamos con el piloto de vuelo libre, Jonatan Ernesto Cheley, quien sueña con abrirse paso en la élite de este deporte.

La vida de Jonatan Ernesto Cheley dio un giro inesperado cuando hizo sus prácticas de diversificado en la Asociación Nacional de Vuelo Libre y de pronto se enamoró de este deporte extremo. 

Este joven piloto de 23 años es una de las promesas de la modalidad de ala delta, que ha forjado su carrera con tenacidad, perseverancia y disciplina.

Desde su primer vuelo en 2021, Jonatan ha demostrado su talento y pericia en cada desafío que se propone y con coraje ha superado sus propios límites.

En la charla con Jonatan (también juez internacional FAI) nos contó sobre sus sensaciones al surcar los cielos, cómo es su preparación en el alto rendimiento, las dificultades que ha tenido que superar y metas más importantes. 

¿Cómo fue tu primer contacto con el deporte de vuelo libre?

“Conocí el vuelo libre porque llegué a la Asociación a hacer mis prácticas de diversificado para graduarme. Al año de estar allí tomé la decisión de empezar a practicar el deporte, ya siento parte del staff. Al principio tenía miedo, pero luego tuve ganas de aprender a volar. Aplique a una beca y me tardé seis meses en aprender a volar. Veía a los atletas y a los instructores, que me explicaban que era un deporte extremo, pero seguro”.

¿Cómo fue el proceso de aprendizaje para volar?

“El curso de iniciación dura seis meses. La primera etapa es correr en el suelo, armar el equipo y aprender cómo está estructurado. Luego volamos solos desde una loma de 15 metros. La etapa de la graduación es una montaña en Salamá, Baja Verapaz, a 1,200 metros de altura y se le conoce como Guayacán. Mi vuelo de graduación fue un día térmico y caluroso. Me costó bastante descender, tenía un miedo controlado, porque estaba haciendo bien las cosas. Logré aterrizar, un viernes 13 de agosto de 2021. Es una fecha importante porque ese día supe que podía hacer muchas cosas”.

¿Cuál es el mayor desafío al volar en alta delta?

“El vuelo te va diciendo el clima y te conectas con el universo. Hay momentos en que hay bastante turbulencia, por vientos de más de 40km por hora. Hay momentos de viento suave, donde se disfruta más el vuelo. Es un deporte desgastante físicamente, porque a veces aterrizamos en lugares donde no hay acceso a vehículos y nos toca cargar el equipo (80 libras del planeador más 25 del arnés)”. 

¿Cuál es tu preparación como piloto de ala delta?

“Mi preparación incluye ir al gimnasio, mejorar mi alimentación y dormir bien. Un día antes de volar, es bueno conocer y estudiar las condiciones del clima, porque puede variar incluso en horas”.

¿Qué se requiere para practicar este deporte? 

“En mi caso voluntad, ganas, actitud para volar y hacer las cosas bien. Se requiere un buen estado físico. A pesar de mi peso, ya he ido bajando y eso me ayuda a controlar mejor el equipo”.

¿Cuál es tu mejor récord de vuelo?

“Mi vuelo más largo en tiempo ha sido de 2 horas y 48 minutos, en Santa Elena Barillas. Y mi récord personal altura es un vuelo al nivel del volcán de Pacaya, arriba de los 2,489 metros sobre el nivel del mar”.

¿Cuál ha sido el momento más complicado en un vuelo?

“Uno fue volando en Rabinal, donde no pude pasar una montaña para aterrizar en los campos oficiales. Entonces lo hice en un campo de emergencia, que tenía unos 100 metros y nosotros necesitamos una pista de más de 300 metros. Fue el más difícil, pero lo pude sacar. Lo importante es tomar el control y no atormentarse para evitar lastimarse. Y el último fue en un vuelo con planeador sport, que te obliga a un aterrizaje más rápido y me costó. Me lastimé el cuádriceps. Me quedó miedo y me detuve por tres meses. Luego gracias al piloto de alto rendimiento Erick López (presidente de la Asociación Nacional de Vuelo Libre fallecido el año pasado), me animé a volar por la confianza que me dio”.

¿Puedes contarnos cuáles son tus metas en el deporte de vuelo libre?

“Quiero lograr el récord de larga distancia (es un tipo de vuelo en línea recta), que actualmente lo tiene Aníbal Lemus, con 120 km.  Le he compartido a mi mamá,  que es uno de mis sueños. A corto plazo quiero estar dentro del Top 10 de Guatemala. A mediano plazo, quisiera ser instructor de vuelo libre. Y algún día ser quisiera ser el número 1 del mundo. Tengo 23 años y sé que lo puedo lograr; soy joven para este deporte. Los italianos son los mejores y espero romper la racha que solo Europa tiene”.

¿Cómo describirías este deporte?

“Son pocas las palabras para describirlo, pero en el vuelo libre uno se conecta con la naturaleza, sentís las nubes y ves paisajes de forma distinta. He volado sobre el lago de Amatitlán y te hacen sentir único por hacer este deporte. Es algo increíble, ver los volcanes cerca”.

¿Cuál es tu lugar favorito para volar?

“Me enamoré volar en Zacapa. Costó llegar a la rampa, pero el vuelo vale la pena, la rampa está a un desnivel de 1,500 metros. Vuelo de media hora, con vista de la Sierra Madre, cataratas vegetación y ríos. Para mí es uno de los mejores lugares”.  

¿Qué equipos se usan para aprender a volar?

“En la escuela iniciación se usan planeadores que se llaman alfas. Luego viene el programa de seguimiento, usando los falcon, con etapa precompetitiva. Luego equipos sport, de alto rendimiento, para competencia, personas intermedias y avanzadas”. 

¿Cómo es cada fase de un vuelo en ala delta?

“El punto número uno es la seguridad y conocer las condiciones del clima. Luego, hacer un buen despegue porque eso implica un vuelo perfecto y que el aterrizaje sea bueno. En el despegue, normas de seguridad: hand check, verificación 360 de todo el equipo, que el paracaídas este bien colocado. Llevamos radio, computadora de vuelo (que es un barómetro) revisar mosquetón donde estamos enganchados y activar el WhatsApp live para que nos localicen para el aterrizaje”.

¿Quién es tu ejemplo a seguir?

“Una de las personas que admiraba por su dedicación era Erick López (q.d.e.p), quien me ayudó a superar el programa de seguimiento en menos tiempo del que normalmente se hace. Por él volé en muchos lugares y me ayudó a romper mis récords personales”. 

Galería de fotos:

Jonatan Cheley, piloto de vuelo libre