Ángel Gómez, promesa del judo 

Ángel Gómez heredó de su madre la pasión por el judo y a pesar de su juventud encaja a la perfección con la filosofía de este legendario arte marcial originario de Japón.

Dentro de tatami, Ángel admite que han aprendido lecciones de vida, ya que, con cada caída en un combate de judo, lo más importante es no darse por vencido, sino levantarse y seguir luchando.

Talento del semillero de la Federación nacional, Gómez coincide con el significado del judo, que se traduce como “el camino apacible”, y en sus propias palabras lo define como un deporte como “tranquilo” aunque no lo parezca.

CDAG conversó con el atleta de 18 años, quien dentro de sus logros destaca un título panamericano en la categoría U15 y dos medallas de oro en los Juegos de CODICADER, en la sede de la Federación en la zona 5. 

Todo comenzó como un juego

Ángel eligió el judo siguiendo el legado de su madre, Lilian Patricia, exseleccionada nacional y su principal motivación.

“Ella nos trajo con mi hermano desde pequeños. Yo venía a jugar, pero con el tiempo me gustaron los combates y me mantenía activo”, recuerda. 

Ángel empezó a recibir elogios de sus entrenadores y sobresalió en la etapa formativa gracias a su fuerza física y concentración.

El deporte cambia vidas

Cuando fue creciendo, Ángel encontró en el judo una forma para desarrollar su físico, pero también su mentalidad y valores.

“Es un deporte tranquilo, aunque no lo aparente, pero personalmente me ayuda a relajarme con mis amigos”, asegura. 

Otro de los aspectos positivos de la práctica del judo es la convivencia armónica dentro de la Federación: «Es un buen ambiente, con mucho compañerismo. A pesar de que nos peleamos o tenemos una mala caída, aprendemos que es parte del entreno y seguimos unidos”, remarca. 

Lecciones fundamentales

Ángel afirma que lo más complicado para adaptarse es perder el miedo a enfrentar a los oponentes y a aprender de los golpes.

“He aprendido a no rendirme al caer, y no solo en el judo, igual en la vida. Cuando nos caemos tenemos que levantarnos”, expresa con firmeza.

También se refiere a la preparación en el alto rendimiento: “Hay que estar bien físicamente, tener mucha fuerza para levantar a los contrincantes; eso hace la diferencia. Además, resistencia en las piernas y antebrazos”, complementa. 

Ángel no oculta su admiración por su compañero de la selección mayor, el atleta dos veces olímpico José Ramos: “Es un judoca top, me gusta cómo ha desarrollado su fuerza y técnica. En los entrenos nos guía en aspectos a mejorar”, refiere.

Sus metas en el judo

Ángel, quien compite en la categoría -66 kilogramos y es originario de la capital, relata que uno de sus mejores momentos representando a Guatemala fue durante los Juegos escolares CODICADER en 2019: “gané en mi categoría y también por equipos. Fue satisfactorio escuchar mi nombre para subir al podio”, rememora.

Aunque también ha tenido momentos difíciles: “En una competencia en Santo Domingo tuve un bajón por dos derrotas sufridas en mis categorías; pero salí adelante gracias a mi familia y cuerpo técnico que encabeza el profesor Francisco Delgado”, confiesa.

En el corto plazo Ángel tiene como objetivo conseguir un buen resultado en la Copa Panamericana en Perú y próximamente pelear por la clasificación a los Juegos Panamericanos Junior de Asunción 2025.

Y como todos los atletas élite, Ángel anhela: “sueño con algún día competir en Juegos Olímpicos o Mundial de Judo”. 

Para finalizar, Ángel agradece el apoyo brindado por las instituciones deportivas ya que es “fundamental para el desarrollo de nuestra carrera”, dice.

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Entrevista Ángel Gómez - judo